Leo Messi salió al terreno de juego con esos dolores en el pie derecho que no le permiten rendir al ciento por ciento. Unos dolores que comenzaron en el partido de vuelta de Champions frente al Manchester City y desde entonces el argentino no había visto puerta. No marcó ese día, ni en los dos partidos siguientes frente al Real Madrid y el Celta. Este miércoles rompió esa mala racha después de conectar una excelente rosca que entró por el palo derecho del portal de Julián Cuesta. Un gol que abrió el marcador y encarriló una victoria que al final fue tan fácil como se esperaba.
A pesar del tanto, se nota que Leo tiene molestias. En primer lugar porque apenas utiliza la pierna derecha. De hecho, el gol fue un zurdazo. En el terreno de juego se refugia precisamente en su pierna buena para no castigar ese pie derecho que le ha creado molestias en los últimos días. La prueba de que no tiene confianza en él se produjo en una jugada en la primera mitad en la que quiso dar un pase desde la derecha con el pie dolorido y se fue a la grada.
El partido se abrió en la segunda mitad y Leo buscó más espacios por el centro dejando la banda derecha para que entraran Alves y Montoya. A pesar de no estar bien, Leo quería más. El Pichichi está en juego y, aunque había recuperado un gol, en esos momentos estaba a tres de Cristiano Ronaldo. No tuvo muchas opciones en el juego y buscó la opción a balón parado. Lanzó hasta tres faltas delante de un Xavi Hernández que esperaba con paciencia una oportunidad para lanzar. No se produjo. Messi iba a por todas y las quiso todas para él, aunque en ninguna de las tres consiguió un buen disparo.
vídeo:
link: https://www.youtube.com/watch?v=ydQJMUWc0x4
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