Armaron el "Club Mascherano" y Javier se los agradeció desde Barcelona
Funciona en Alta Córdoba, los martes y los jueves. Trabajan con pibes y "profes" soñadores. Desde España, "el Jefecito" se enteró y los saludó.
Existe un pequeño potrero en Córdoba donde los niños no quieren ser Lionel Messi ni tampoco piden usar la camiseta 10.
Allí, donde se cruzan los Pasajes Cires y Tejerina, detrás del predio de EcoGas en la profundidad de Alta Córdoba, los niños se pelean por usar la camiseta 14 y todos quieren lo mismo: ser Javier Mascherano.
Esto sucede en el espacio verde abandonado por el ferrocarril, donde dos pibes futboleros decidieron montar su propia escuelita barrial de fútbol para darle un espacio a los chicos de la zona norte. Para sacarlos de la calle. Si usted pasa por allí un martes o jueves (a partir de las 18) a la tarde verá los purretes correr atrás de la redonda y, contra un alambrado, un cartel que le pone nombre y define todo: Club Mascherano.
â??Esto nació el último día del niño, el año pasado, allá por agosto. Decidimos armar un picadito con los chicos del barrio y la verdad que nos entusiasmamos. Pusimos dos arquitos e invitamos a los chicos del barrio. Ese fue el comienzoâ??, cuenta Martín Pozzo, de 26 años, fundador y entrenador de esta escuelita barrial que hoy cuenta con un número que oscila entre 35 y 40 chicos. No se cobra cuota alguna a los niños cuyas edades van de los 6 a los 13 años y que compiten en la Liga Municipal de Fútbol Infantil. Además, juegan amistoso contra otras escuelitas barriales, los sábados.
La iniciativa llegó al mismísimo Mascherano. Sí, Javier se enteró de la iniciativa y desde Barcelona agradeció a los cordobeses por haberse acordado de él.
Allí, donde se cruzan los Pasajes Cires y Tejerina, detrás del predio de EcoGas en la profundidad de Alta Córdoba, los niños se pelean por usar la camiseta 14 y todos quieren lo mismo: ser Javier Mascherano.
Esto sucede en el espacio verde abandonado por el ferrocarril, donde dos pibes futboleros decidieron montar su propia escuelita barrial de fútbol para darle un espacio a los chicos de la zona norte. Para sacarlos de la calle. Si usted pasa por allí un martes o jueves (a partir de las 18) a la tarde verá los purretes correr atrás de la redonda y, contra un alambrado, un cartel que le pone nombre y define todo: Club Mascherano.
â??Esto nació el último día del niño, el año pasado, allá por agosto. Decidimos armar un picadito con los chicos del barrio y la verdad que nos entusiasmamos. Pusimos dos arquitos e invitamos a los chicos del barrio. Ese fue el comienzoâ??, cuenta Martín Pozzo, de 26 años, fundador y entrenador de esta escuelita barrial que hoy cuenta con un número que oscila entre 35 y 40 chicos. No se cobra cuota alguna a los niños cuyas edades van de los 6 a los 13 años y que compiten en la Liga Municipal de Fútbol Infantil. Además, juegan amistoso contra otras escuelitas barriales, los sábados.
La iniciativa llegó al mismísimo Mascherano. Sí, Javier se enteró de la iniciativa y desde Barcelona agradeció a los cordobeses por haberse acordado de él.
"Mucha gracias por esta muestra de cariño reflejada en un club de fútbol. No creo ser merecedor de tal reconocimiento", escribió Javier en su Twitter.
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