Estaba al sur de la Platea Este, con su pequeño hijo. Gritó el gol de Boca y rápidamente los hinchas verdinegros lo golpearon. Hubo revuelo en la tribuna y el hombre se fue llorando desconsoladamente.
La violencia se volvió a vivir en las canchas, y el partido de San Martín no estuvo ajeno a eso.
Mientras se jugaba en la cancha, al sur de la platea este había un hincha infiltrado con su pequeño hijo. Bastó que gritara el gol de Boca para despertar el enojo de los fanáticos verdinegros, que sin mediar palabra, comenzaron a atacarlo.
Lo golpearon en la cara, frente a su hijo, y varias personas pararon el ataque. De inmediato el hombre se retiró del Hilario Sánchez llorando con el menor asustado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario