Boca goleó a Estudiantes con un golazo de Erbes y otro de Osvaldo, en dos minutos, y ya el 3-0 de Cristaldo cuando tenía dos hombres más: cartón lleno como local y quedó a un punto de San Lorenzo. Daniel festejó con la clásica lengua después de un cruce caliente con Desábato.
Fue una ráfaga de goles. De dos. Zapatazo de Erbes y definición impiadosa de Osvaldo, el gran personaje de otro nuevo capítulo en la Bombonera. Ahí donde Boca se hizo fuerte en todos los partidos que jugó en el año y en donde terminó cantándole "oooole, oooole" a Estudiantes disfrutando de una tarde-noche de victoria. Una goleada impensada allá por la media hora, después de que el palo salvara a Sara y de que le costara generar chances de gol (sólo una clara de Chávez). Después de que el Loco, como lo bautizó el Vasco, discutiera con Desábato y lo mandara con suficiencia a comer pasto.
Siguiendo la política de pies sobre la tierra de Arruabarrena, habría que decir que Boca sigue teniendo menos volumen de juego y menos liderazgo sin Gago, que estuvo en la Bombonera y que tiene para dos semanas más: Pablo Pérez jugó suelto pero le costó conducir, aunque no desentonó y pidió la pelota. Sin embargo, la diferencia a veces la puede hacer con las individualidades. Esta vez el que abrió el partido no fue un talentoso, como Erbes, pero el que dio un golpe de KO fue el enorme Osvaldo, que hasta festejó agitando los brazos al ritmo de "y dale Boca dale". Ese 2-0 fue un mazazo para Estudiantes, que se borró del partido, que sacó apenas la cabeza en el arranque del segundo tiempo y que se autoflageló con la roja a Aguirregaray.
Fue una ráfaga de goles. De dos. Zapatazo de Erbes y definición impiadosa de Osvaldo, el gran personaje de otro nuevo capítulo en la Bombonera. Ahí donde Boca se hizo fuerte en todos los partidos que jugó en el año y en donde terminó cantándole "oooole, oooole" a Estudiantes disfrutando de una tarde-noche de victoria. Una goleada impensada allá por la media hora, después de que el palo salvara a Sara y de que le costara generar chances de gol (sólo una clara de Chávez). Después de que el Loco, como lo bautizó el Vasco, discutiera con Desábato y lo mandara con suficiencia a comer pasto.
Siguiendo la política de pies sobre la tierra de Arruabarrena, habría que decir que Boca sigue teniendo menos volumen de juego y menos liderazgo sin Gago, que estuvo en la Bombonera y que tiene para dos semanas más: Pablo Pérez jugó suelto pero le costó conducir, aunque no desentonó y pidió la pelota. Sin embargo, la diferencia a veces la puede hacer con las individualidades. Esta vez el que abrió el partido no fue un talentoso, como Erbes, pero el que dio un golpe de KO fue el enorme Osvaldo, que hasta festejó agitando los brazos al ritmo de "y dale Boca dale". Ese 2-0 fue un mazazo para Estudiantes, que se borró del partido, que sacó apenas la cabeza en el arranque del segundo tiempo y que se autoflageló con la roja a Aguirregaray.
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